Esta tortilla la suelo hacer cuando me sobra bacalao de otra receta, en realidad es un reciclaje, pero podemos hacerla con migas de bacalao desaladas, la ventaja de estas es que soltarán toda su gelatina en la tortilla.
Quería preparar una receta con huevos, ya que mi amiga María José del blog Cocinando Para Ellos, vino A Coruña un sábado para pasarlo juntas las dos de compras, vino cargada con productos de su huerta, entre ellos unos huevos únicos y deliciosos, nunca los he tomado tan ricos... que diferencia.
INGREDIENTES:
- 8 huevos caseros.
- Leche.
- 4 patatas de Galicia que frían bien.
- 1/2 cebolla también gallega.
- 1 pimiento rojo (yo a esta tortilla me encanta con mucho pimiento).
- 250-300 g.de bacalao (el mio era Bacalao a la Vizcaina Confitado), pero podéis sustituir por migas de saladas durante 24 horas.
- Sal y perejil.
- Aceite de oliva virgen.
PREPARACIÓN:
Procedemos como para una tortilla de patatas, Picamos las patatas en trozos pequeños y muy finos.
Freímos en abundante aceite de oliva las patatas, cebolla y pimientos también muy picados con una poca de sal.
Mientras se fríen las patatas, laminados el bacalao, vigilamos que no se nos escape ninguna espina, reservamos y también batimos muy bien los huevos con un chorrito pequeño de leche y una poca de sal.
Cuando estén listas las patatas, escurrimos muy bien el aceite (si utilizamos migas se las añadimos sobre la patatas, fuera del fuego, con el calor residual dejamos que se hagan).
Mezclamos el huevo con las patatas, el bacalao y un poquito perejil.
En una sartén bien caliente manchada con el aceite, vertemos toda nuestra tortilla, la dejamos cuajar ligeramente, le damos la vuelta para hacer el otro lado y terminamos con una vuelta más, esta es solo para darle mejor forma.
Yo las tortillas las dejo con el huevo poco cuajado en su interior, porque es así como nos gustan, pero vosotros a vuestro gusto.
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