Siempre estaré agradecida al blog, porque gracias al el, he conocido a personas encantadoras y únicas, como esta mermelada . La receta de hoy me la dio una de esas personas, Alicia, cuando la conocí me sentí tan a gusto con ella como si la conociese de siempre, es una familia que te abre su casa y te hace sentir uno más.
Para prepararla quise conseguir unos tomates en condiciones. Estos vienen del pueblo de mi madre, Diamondi, al que se fue al pasar unos días, ella y mi tía sabían que los necesitaba y al regresar ya los tenia.
Para prepararla utilice 3 kilos, que después de retirarles la piel, semillas y el agua, me quedo en 1,5 kilos de pulpa de tomate.
Como ya sabemos, para retirar la piel de los tomates la forma más sencilla es hacerles dos cortes en cruz en su base y los escaldados en agua hirviendo durante 15 segundos, los retiramos y enfriamos bajo el chorro de agua del grifo. Retiramos la piel por donde le hicimos los cortes.
Luego los trocee en cuartos, retiré las semillas y el agua de sus cavidades, cuando los tenia todos limpios, los exprimí entre mis manos sobre un colador para poder retirar toda el agua posible.
INGREDIENTES :
- 1500 g.de pulpa de tomate limpia.
- 1 limón mediano (el mío era pequeño y utilice 1,5 limones, pero le retiré los extremos).
- 1000 g.de azúcar.
- 1 cucharadita de pasta de vainilla.
PREPARACIÓN :
Colocamos en una cacerola grande la pulpa del tomate, el azúcar, vainilla y el limón cortado en rodajas (yo no le añadí los extremos).
Cocinamos al principio a calor máximo, vamos rebajando la temperatura cuando observemos que va espesando, hasta que obtengamos una mermelada espesa y que la pulpa del limón desaparezca (entre 50-60 minutos), vigilamos y revolvemos de vez en cuando.
Envasamos la mermelada hasta el borde en botes de cristal esterilizados (los sumergimos en una olla, con un paño en el fondo para que no se rompan y hervimos). Colocamos nuestros botes cerrados perfectamente en una olla con agua fría, con una servilleta en el fondo y hervimos durante 20 minutos. Retiramos del agua, los dejamos enfriar boca abajo sobre un paño.
Colocamos en una cacerola grande la pulpa del tomate, el azúcar, vainilla y el limón cortado en rodajas (yo no le añadí los extremos).
Cocinamos al principio a calor máximo, vamos rebajando la temperatura cuando observemos que va espesando, hasta que obtengamos una mermelada espesa y que la pulpa del limón desaparezca (entre 50-60 minutos), vigilamos y revolvemos de vez en cuando.
Envasamos la mermelada hasta el borde en botes de cristal esterilizados (los sumergimos en una olla, con un paño en el fondo para que no se rompan y hervimos). Colocamos nuestros botes cerrados perfectamente en una olla con agua fría, con una servilleta en el fondo y hervimos durante 20 minutos. Retiramos del agua, los dejamos enfriar boca abajo sobre un paño.
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